Autor: Aníbal R. Villagra Soria.
TITULO: “EL LEGADO”
Preguntar que es la vida,
Es similar a preguntar que es la
Existencia.
Sabes cuál es la diferencia,
Es que la existencia es la duración
de las
Cosas inanimadas, solo depende de
La capacidad de poder vencer los
desgastes,
¡En forma natural y según su
origen!
En cambio, la vida es aquello
existencia,
Pero que es autoconsciente.
De tal manera que se puede
disfrutar,
También; Se puede mejorar, se puede
Analizar si se está haciendo bienes
O males, es decir si se está
mejorando
O empeorando.
La vida es también lo que se
experimenta
Cada día eligiendo como se lo
tomara,
Con muchos matices, alegría o
tristeza,
Pereza o diligencia, con todas las
fuerzas
¡Del corazón o a medías y
mediocremente!
Tal como un ramillete de flores,
las cuales
Le dan colorido y peculiaridad
nuestro diario vivir.
¡Esto por su puesto no lo puede
tener la fría existencia!
De una cosa u objeto inanimado.
Pero no cabe duda que algunas
personas,
Deciden transformar su vida a una
existencia muerta,
Carente de emociones y de los
sentimientos
Que producen las relaciones
interpersonales.
¡Tal como una flor de plásticos que
subsiste sin agua, sin tierra fértil y menos sin necesidad de la luz del sol!
Pero es obvio que tampoco tienen
vida.
Existe una particularidad de
algunas personas como yo, que le agregan, como un buen cocinero a una comida,
una pisca de sal, y así le agregan a su vida,
El regalo de la fe en Dios. Más
exactamente ese don llamado “La Fe”.
La cual está, como el agua, al
alcance de todos.
Pero hay que acercarse a alguna
fuente
Y beberla.
Eso hice yo, aunque después que lo
hice, me di
Cuenta que Dios estaba en el
asunto.
La fe tiene la particularidad de
ser como un telescopio,
Que me da la mirada hacia el mundo
infinito y lejano;
Creado por Dios, y luego hacerme
dar cuenta, que
Como todo creador o fabricante
siempre deja su marca o sello que lo acredita como dueño y creador.
Y a su vez como un microscopio que
me permite ver,
En las cosas invisibles al ojo
humano, una vida o
Existencia microscópica que
sustenta la vida.
De esta manera con el Don de los
ojos de la fe,
Accedí a comprender cosas que están
más allá de la visión de la mente o razón humana.
Por eso quiero que mi legado, no
sea el dinero o
Propiedades que solo pueda acumular
para mis hijos,
Sino aquellas bendiciones que
accedí y tomé posesión
Por medio de la fe.
Por la fe, me extendí hacia el
paraíso, y logre plantar
Algunas semillas allí, y que ya
están germinando,
Las cuales, creo que dejaran fruto
en la eternidad,
Para cada uno de mis hijos y
nietos.
Gracias Dios Omnipotente, por
dichos tesoros,
Que están seguro, fuera del alcance
de los ladrones de
Este mundo, pero muy cercanos para
cada uno de mis hijos.
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